Bisnieto de Alfonso X el Sabio y conocido como “el Justiciero“, Alfonso XI fue el único rey de Castilla nacido en Salamanca.
Alfonso XI de Castilla: infancia y regencias
Hijo de Fernando IV de Castilla y de doña Constanza de Portugal, Alfonso XI nació en Salamanca el 13 de agosto de 1311. Debido a la muerte de su padre en 1312 llegó al trono con tan sólo un año de edad. Debido a su incapacidad para gobernar se sucedieron múltiples disputas por la regencia, que se resolvieron en 1313. A pesar de ello, durante la infancia del rey se sucedieron diversas tutelas. La primera corrió a cargo de los infantes Juan y Pedro (el tío abuelo y el tío del rey, respectivamente). Cuando ambos murieron a causa de una campaña militar contra Granada, llegó la regencia de la abuela del rey, María de Molina, que falleció en 1321. Por aquel entonces, el infante Felipe (hijo de María de Molina) y Juan de Haro “el tuerto” (hijo del citado infante Juan), dividieron el reino con aspiraciones a la regencia.
El reinado de Alfonso XI
En 1327, cuando Alfonso XI contaba con 15 años de edad, se declaró su mayoría de edad y pudo empezar a gobernar. Su reinado fue una etapa que estuvo marcada por el fortalecimiento del poder real y la resolución de los conflictos con el Estrecho de Gibraltar y la conquista de Algeciras.
Desde el inicio de su reinado, Alfonso XI combatió con una gran dureza a sus enemigos. Así pues, no dudó en ejecutar a sus opositores (como fue en el caso de Juan de Haro) y se lanzó a la Reconquista. En este sentido, llevó los límites cristianos hasta el estrecho de Gibraltar, obteniendo una importante victoria en la famosa Batalla del Salado (librada el 30 de octubre de 1440, en la actual provincia de Cádiz) y conquistando el Reino de Algeciras 4 años después. Cuando dio comienzo la Guerra de los 100 Años, Alfonso XI se alió con Francia y firmó una tregua con los musulmanes de Granada. Al acabar la tregua, puso sitio a Gibraltar.
Fallecimiento y sepultura
Alfonso XI fue el único rey de Europa que (junto con la Reina Margarita I de Dinamarca) murió a causa de la peste. Su fallecimiento tuvo lugar en el sitio de Gibraltar, en la noche del 25 al 26 de marzo de 1350 (entre el Jueves y el Viernes Santo). Sus restos fueron llevados a Sevilla y, con posterioridad, a la Capilla Real de la Catedral de Córdoba, donde descansaron de 1371 a 1736. En este último año sus restos se trasladaron a la Real Colegiata de San Hipólito, también en Córdoba, fundada por Alfonso XI en conmemoración de la Batalla de San Hipólito.
Algunos datos curiosos
El apodo de “el Justiciero” le fue otorgado a Alfonso XI por su firmeza a la hora de controlar a la nobleza, recurriendo en ocasiones a su ajusticiamiento. Entre sus aficiones destacaba la de la caza, que practicaba en el pueblo leonés de Valporquero. Al rey se atribuye también la escritura del Libro de la Montería de Alfonso XI, aunque esto es discutible, así como una cantiga dedicada a Leonor de Guzmán.
Alfonso XI en Salamanca
Al tratarse del único rey salmantino de Castilla, Alfonso XI se cuenta entre los personajes más ilustres de Salamanca. Es por ello que su imagen puede encontrarse en el Pabellón Real de la Plaza Mayor. Aquí, en una de las enjutas de sus arcos, se halla el medallón de Alfonso XI, realizado en 1731 por el famoso escultor vallisoletano Alejandro Carnicero.