La Ciudad del Tormes ha estado fortificada en diversas ocasiones a lo largo de su historia. Hoy en día, quedan todavía restos visibles de la murallas de Salamanca en la zona cercana al huerto de Calixto y Melibea, junto al río Tormes. A continuación, os acercamos un poco el origen de esta construcción y la historia de la Cerca Vieja de la ciudad.
Las defensas de los primeros asentamientos de Salamanca
El primer asentamiento humano del que tenemos noticia en Salamanca se remonta al siglo VII a.C., a la Primera Edad de Hierro. El lugar escogido para este primer asentamiento fue el hoy conocido como Cerro de San Vicente, debido a su posición estratégica sobre el valle del Tormes. De este modo, se aprovecharon las defensas naturales que proporcionaba la altura del cerro junto al río Tormes, siendo el elemento defensivo construido en esta época un muro terrero de traza arqueada, que protegía el lado noroeste y que contaba con alrededor de 90 metros de largo y 2 metros de ancho. También es posible que la muralla dispusiera como defensa adicional de un campo de piedras hincadas, un terreno sembrado de rocas puntiagudas que estaba destinado a ralentizar el paso de los soldados enemigos.
La expansión de la ciudad y la historia de sus murallas
En el siglo IV a. C., la ciudad había crecido ya hasta el punto de rebasar los límites del muro, lo que provocó que buena parte de la población se trasladara hasta el Teso de la Catedral. En este nuevo emplazamiento se creó una nueva muralla con fosos en sus puntos más débiles, que tenía hasta 3 metros de altura y 4 metros de anchura. A partir del establecimiento romano en Salamanca la ciudad construyó una nueva muralla en el siglo II a.C. La misma, siguió el trazado de la anterior e introdujo mejoras defensivas, las cuales se afianzaron en el Bajo Imperio con la incorporación de torreones como los que se pueden apreciar en el huerto de Calixto y Melibea. Más adelante, del periodo de inestabilidad de las invasiones visigodas y musulmanas, las conquistas y reconquistas, quedan menos referencias documentales sobre la muralla, pero si se sabe que se realizaron diversas reconstrucciones. En el año 977 Almanzor sitió Salamanca y empleó máquinas de asedio destruyendo así gran parte de las defensas de la muralla y de la propia ciudad.
La Cerca Vieja
Conocida como Cerca Vieja, esta muralla encerraba en su interior los principales estamentos del poder. Abarcaba una extensión de 24 hectáreas y contaba con un total de cinco puertas, de las cuales no queda ninguna en la actualidad:
- La Puerta del Río: También llamada en el siglo XIII de Hércules o de Aníbal, se trata de la puerta más antigua de todas y se encontraba en la calle Tentenecio.
- El Postigo Ciego: Iba a dar al Puente Viejo y disponía de un arco ojival. Fue derribado a mediados del siglo XIX. Pudo tratarse de la entrada a la Alcazaba durante el influjo musulmán.
- El Portillo de San Juan de Alcázar: Miraba hacia el oeste y se encontraba junta a la iglesia de Santa Cruz.
- La Puerta del Sol: Llamada de esta forma al estar orientada al este, estaba al inicio de la calle Libreros. Dio origen a la plazuela de San Isidro y se cerró tras la Guerra de Sucesión.
- La Puerta de San Sebastián: Se encontraba junto a la iglesia de su mismo nombre, junto a la calle Tostado.
Podéis encontrar más información acerca la Cerca Vieja, así como de la historia y el patrimonio de Salamanca, a través del siguiente enlace.
