La Sierra de Béjar es un área situada en la vertiente septentrional del Sistema Central dentro de la provincia de Salamanca, en el tramo cercano a Extremadura. Con una superficie de 617 km², es una de las comarcas más prósperas y de mayor interés turístico de la provincia salmantina.
Montañismo y esquí: El Espacio Natural de Candelario y la Estación de Esquí de la Covatilla
La Sierra de Béjar, destaca por su paisaje montañoso y su patrimonio natural de gran belleza. En este sentido, destaca el Espacio Natural de Candelario, que posee una gran diversidad paisajística con bosques de castaños, robles y pinos, y con presencia de aves rapaces y del lince ibérico.
De la cadena montañosa que conforma esta sierra sobresale su cumbre de mayor altitud, el Canchal de la Ceja (2425 metros), seguida del Calvitero (2.401 metros), esta última ya en Extremadura.
Por otra parte, destaca la Estación de Esquí de la Covatilla, que cuenta en estos momentos con 20 pistas de casi 20 kilómetros esquiables y que es destino frecuente de los aficionados al esquí.
Municipios integrantes de la Sierra de Béjar
El centro neurálgico y cabeza de la comarca es el municipio de Béjar, ciudad de gran tradición textil y con un importante patrimonio histórico-artístico, que la convierten en uno de los puntos de interés turístico más destacados de la provincia de Salamanca.
Conforman la Sierra de Béjar un nutrido número de municipios que os mencionamos a continuación y de los que os hablaremos de forma detallada en futuras entradas de nuestro blog para que podáis conocer las peculiaridades de los más destacados. Los 32 municipios de la Sierra de Béjar son: Aldeacipreste, Béjar, Candelario, Cantagallo, El Cerro, Colmenar de Montemayor, Cristóbal de la Sierra, Fresnedoso, Fuentes de Béjar, Horcajo de Montemayor, La Cabeza de Béjar, La Calzada de Béjar, La Hoya, Lagunilla, Ledrada, Montemayor del Río, Navacarros, Nava de Béjar, Navalmoral de Béjar, Peñacaballera, Peromingo, Puebla de San Medel, Puerto de Béjar, Sanchotello, Santibáñez de Béjar, Sorihuela, Valdefuentes de Sangusín, Valdehijaderos, Valdelacasa, Valdelageve, Valverde de Valdelacasa y Vallejera de Riofrío.
Patrimonio histórico-artístico en la Comarca de Béjar
El patrimonio histórico-artístico de los municipios de esta comarca ha sido reconocido como Bien de Interés Cultural,de modo quegozan de esa distinción el Casco Antiguo de la Ciudad de Béjar (1974), la Villa de Candelario (1975) y la Villa de Montemayor del Río (1985).
Tradiciones de la Sierra de Béjar
La Sierra de Béjar es una comarca con un fuerte sentimiento de pertenencia y de respeto por la historia, cultura y tradiciones. Destaca por una parte la arquitectura típica tradicional de la sierra bejarana y por otra, sus tradiciones que han sabido conservar hasta la actualidad y que gozan de una merecida fama.
Los Hombres de Musgo de Béjar
Entre las tradiciones más arraigadas de esta zona, os recomendamos de manera especial la festividad del Corpus Christi en Béjar, cuya celebración se viene realizando en este municipio desde la Edad Media. La procesión es conocida por ir custodiada por ocho “Hombres de Musgo” que recuerdan la época de dominio musulmán cuando los cristianos consiguieron recuperar la ciudad de Béjar ataviados con un peculiar traje de musgo. En la actualidad, el Hombre de Musgo se ha convertido en un verdadero icono de la ciudad bejarana a la que asisten un importante número de turistas y visitantes para poder presenciar a esta curiosa tradición, que desde 2010 está declarada de Interés Turístico Nacional.
La Boda Típica de Candelario
Candelario es otro de los municipios más destacados de la Sierra de Francia. Muy cercano a Béjar, se caracteriza por su arquitectura popular y su entorno natural rodeado de bosques de castaños y robles. En cuanto a sus tradiciones más arraigadas, sobresale la celebración el segundo domingo de agosto, de su tradicional boda a la antigua usanza. Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, la celebración representa el rito nupcial tal y como tenía lugar a finales del siglo XIX, donde los vecinos ataviados con sus trajes típicos y sus joyas salen a la calle para rememorar esta tradición, recuperada en el año 1989.