Historia del templo de la Agustinas

Declarado Monumento Nacional en 1935, su construcción se remonta al año 1636 gracias al mecenazgo de don Manuel de Zúñiga y Fonseca, Conde de Monterrey. Los motivos que impulsaron a Don Manuel, cuñado del conocido Conde-Duque de Olivares para iniciar esta construcción, se deben a su interés por albergar a la comunidad religiosa en la que había ingresado su hija, Inés Francisca de la Visitación, tras la destrucción del monasterio en el que ésta había profesado sus votos y que fue arrasado por la riada de San Policarpo en 1626. Las obras del templo, ubicado frente al Palacio de Monterrey, residencia del Conde, finalizaron en el año 1687.

Elementos arquitectónicos e interior de la Iglesia de la Purísima

La Iglesia de estilo barroco, cuenta con planta de cruz latina y capillas laterales. Destaca la fachada de la iglesia de influencia italiana y realizada en mármol, que contrasta con la austeridad de la piedra de Villamayor.

El Retablo Mayor

Sobresale de forma notoria el Retablo Mayor considerado exponente de la pintura barroca española y napolitana. Realizado en mármol blanco por Cosimo Fanzago, el retablo cuenta con tres calles separadas por columnas corintias donde se ubican cinco lienzos rematados en su parte superior por esculturas en mármol que representan el calvario: un Cristo Crucificado, la Virgen María y San Juan Evangelista, María Magdalena y el apóstol Santiago.

Lienzo de la Inmaculada Concepción, de Ribera

El lienzo de la Inmaculada Concepción, obra de José de Ribera (1635) constituye la razón de ser y el eje vertebrador del proyecto arquitectónico desde sus orígenes, puesto que se pintó un año antes de que se iniciaran las obras de construcción de la iglesia. Por ello, el cuadro de Ribera es el punto central del templo, donde confluyen todas las miradas debido a su belleza y grandiosidad.

Otros lienzos de la Iglesia de las Agustinas

Flanqueando el cuadro central, se encuentran otras cuatro obras que representan a San Joaquín y Santa Ana, San José y el Niño Jesús, San Juan Bautista en el estilo de Guido Reni, y San Agustín, de la escuela de Rubens. En su parte superior por una pintura de La Piedad, de Ribera y en el mismo eje, pero fuera ya de la estructura de mármol se puede observar el lienzo de Giovanni Lanfranco sobre la Creación del mundo.

Los monumentos funerarios

La construcción de la Iglesia de la Purísima, además de por los motivos anteriormente expuestos, fue desarrollada para albergar la capilla funeraria de la familia del conde de Monterrey. En este sentido, podemos ver cómo a ambos lados del altar, en una zona privilegiada, se sitúan dos nichos enmarcados por sendas pilastras bajo el escudo familiar. Los dos monumentos funerarios se encuentran decorados con figuras orantes realizadas en mármol blanco por Giuliano Finelli, que representan a don Manuel de Zúñiga y a su esposa a condesa doña Leonor María de Guzmán.

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