El Tranco o Salto del Diablo es un paraje que se halla en la carretera que une la localidad salmantina de Béjar con Valbuena y Aldeacipreste. En este lugar, atravesado por el río Cuerpo de Hombre, el terreno ha ido sufriendo el efecto de la erosión hasta formarse un valle y en él es posible observar una roca con forma de bota, la cual originó la leyenda del «Tranco del Diablo«. Un paraje ideal para la práctica del senderismo y para realizar una pequeña escapada.
La Leyenda del Tranco del Diablo
Según cuenta la leyenda, el Diablo pasó una vez por estas tierras y al encontrarse con el río dio una gran zancada para atravesarlo. Es entonces cuando teniendo un pie en cada orilla, decidió tomar un trago de vino, perdiendo una de sus botas al dar el paso definitivo para seguir su camino. Desde entonces, la bota se habría convertido en piedra conservando hasta el día de hoy esa forma.
El entorno del Tranco del Diablo (Béjar)
El hermoso paisaje del Tranco del Diablo se compone por un conjunto de roquedales que se encuentran a las orillas del río. Aquí es posible apreciar una pequeña central eléctrica que sirve a la ciudad y que fue edificada sobre la antigua central eléctrica en desuso. También cerca de la espectacular panorámica del Tranco del Diablo, están la Casa de la Vega y las fincas de El molino del Fraile y Navarredonda. En esta última, vivió el escritor e historiador Francés de Zúñiga, que fue bufón de Carlos I de España y que murió en febrero del año 1532 tras ser acuchillado.
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