Salamanca alberga en su interior numerosos monumentos de reconocido valor histórico y artístico. En este sentido, muchas de las plazas de Salamanca suponen el punto de encuentro de múltiples tesoros arquitectónicos, que se transforman a día de hoy en animados centros de vida social para los vecinos de la ciudad. A continuación, desde Hotel Helmántico, tu hotel en Salamanca, hacemos un repaso por cinco emblemáticas plazas de Salamanca, de visita recomendada.
La Plaza de Anaya
Situada frente a la Catedral de Salamanca, la creación de la Plaza de Anaya se debe a la decisión del general francés Thiebault de instalar en este espacio su cuartel general durante la Guerra de Independencia. El general, derribó las Casas del Cabildo para obtener una mejor visión de la Catedral y con ello despejó el terreno en el que actualmente se encuentran las zonas ajardinadas de la plaza. Además de la increíble panorámica ofrecida por la Catedral, la Plaza de Anaya se encuentra rodeada por otras importantes construcciones como la Iglesia de San Sebastián y el Palacio de Anaya.
La Plaza del Concilio de Trento
La Plaza del Concilio de Trento está ubicada en pleno casco histórico de Salamanca, en un hermoso parque desde el que puede contemplarse uno de los edificios más notables de la ciudad, el Convento Dominico de San Esteban. Esta impresionante construcción data del siglo XVI y de comienzos del XVII y posee un estilo de finales del gótico y del Renacimiento. Su gran pórtico presenta como tema principal el Martirio de San Esteban y es uno de los ejemplos más claros de la arquitectura del Renacimiento durante el último tercio del siglo XVI. Por otra parte, en la plaza se encuentra también el antiguo Convento de Santa María de las Dueñas. Esta construcción ha sido modificada a lo largo de los años pero a día de hoy se sigue reconociendo su estilo mudéjar original.
La Plaza de Colón
La Plaza de Colón es uno de los espacios con mayor historia y antigüedad de Salamanca. Donde se encuentran sus jardines, se elevó tiempo atrás la Parroquia de San Adrián, hoy día desparecida. En la actualidad, la plaza reúne en torno suyo algunos importantes edificios históricos como la Torre del Clavero, el Palacio de Orellana, la Iglesia de San Pablo y la Torre de Abrantes.
La Plaza Mayor
Si hay una plaza emblemática en la ciudad de Salamanca, esa es sin duda la Plaza Mayor. Fue declarada BIC (Bien de Interés Cultural) con categoría de monumento en el año 1973 y es un importante centro de vida social de la ciudad. Su construcción fue realizada desde el año 1729 hasta 1756. Posee un estilo barroco y su diseño fue obra del arquitecto madrileño Alberto Churriguera (los pabellones Real y de San Martín). A principios del siglo XIX sufrió diversas remodelaciones urbanísticas y ya a mediados del siglo XX se retiraron sus jardines. Como curiosidad, cabe mencionar que la Plaza Mayor no forma un cuadrado perfecto, ya que ninguna de sus fachadas mide lo mismo. Unamuno dijo a este respecto: “Es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico”.
La Plaza de los Bandos
La Plaza de los Bandos se sitúa a unos pocos metros de la Plaza Mayor y su nombre se debe a los enfrentamientos acaecidos durante el siglo XV entre distintas familias de nobles por el control de la ciudad. Antiguamente esta plaza se conocía como la Plaza de Santo Tomé, por la iglesia con el mismo nombre que en ella se encontraba, pero que fue derribada en el año 1852. En torno a la Plaza de los Bandos se hallan edificios como el Palacio de Garci Grande, la Iglesia del Carmen, la Casa de Doña María la Brava o el Palacio de Solís.
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