La provincia de Salamanca se ha convertido en un territorio de especial interés para la investigación de este peculiar quiróptero que es el murciélago, al descubrirse como enclave destacado de múltiples de sus colonias. Y es que la provincia salmantina, siendo la más destacada de Castilla y León a este respecto, alberga la mayor parte de especies de murciélagos que habitan a lo largo de la Península Ibérica.
La provincia de Salamanca, hábitat de los murciélagos
Con al menos 24 especies de murciélagos de entre las 32 que existen en toda España, la provincia de Salamanca encuentra repartida la población de estas interesantes criaturas en numerosas colonias. La más destacada se halla en las Arribes del Duero donde, siguiendo el curso del río, pueden distinguirse asentamientos en diferentes túneles, minas, cuevas y fisuras, o incluso en los bosques, abriéndose un hueco en el interior de los árboles secos. Ha llamado especialmente la atención que Salamanca, pese a no poseer en apariencia el tipo de hábitat necesario para el murciélago, se convirtiera en un territorio con una población de este tipo y tan importante. Pero es que la carencia de cuevas calizas se ha visto compensada por la presencia de numerosos túneles y minas abandonados, junto con la espesura de amplios bosques, los cuales convirtieron al lugar en una zona ideal para los murciélagos.
El murciélago de Salamanca: mito y realidad
Tal vez a causa de la mala fama de este curioso animal, los estudios realizados acerca de su naturaleza, hábitat y comportamiento se vieron relegados hasta hace muy poco tiempo. No obstante, desde los últimos años las investigaciones en torno a los murciélagos no han dejado de crecer. Gracias a ellas, ha sido posible conocer mejor a estos mamíferos alados, así como la distribución de sus especies en el mapa salmantino, donde se han llegado a registrar hasta 11.000 individuos en un único túnel. Lejos ha de quedar el desconocimiento e incluso el temor aún presente en la sociedad en relación con estas criaturas, que por otra parte tan bien encajaban en el oscuro escenario de mitos y leyendas de la ciudad de Salamanca. Los murciélagos europeos, apartados del mito vampírico, son en realidad insectívoros y la gran cantidad de mosquitos y polillas que cada ejemplar puede ingerir en una sola noche los convierten en un insecticida natural y en un destacado componente en el equilibrio de nuestros ecosistemas.
Protección y estado de conservación de los murciélagos
Todas las especies de murciélagos están protegidas y muchas de las que se encuentran en Salamanca se hallan en un delicado estado de conservación. Por ello, su cuidado se ha convertido en una prioridad a nivel europeo y mundial y se ha insistido en la implantación de diversas medidas para que el número de individuos de cada especie no decaiga. Así pues, el paso por los numerosos túneles que ocupan está prohibido y algunos de sus refugios han sido enrejados, para que sólo los murciélagos puedan atravesarlos. En este sentido, es necesario tomar conciencia de la fragilidad de estas especies, especialmente en su letargo invernal y durante su cría, procediendo a su estudio y observación sólo desde el cuidado y el respeto que les es requerido. Entre los especímenes en peligro, Salamanca cuenta con el murciélago hortelano (Eptesicus serotinus) y el murciélago rabudo (Tadarida teniotis), que suelen estar entre los edificios históricos de la ciudad. Además, se han encontrado ejemplares del murciélago bigotudo (Myotis mystacinus) y del murciélago herradura (Rhinolophus mehelyi), lo cual fue verdaderamente sorprendente en el momento de su descubrimiento debido a la rareza y escasez de estos especímenes.