Alba de Tormes es una localidad perteneciente a la comarca de la Tierra de Alba, situada a 19 kilómetros de Salamanca.
Se trata de un municipio histórico muy vinculado a la Casa de Alba, a la que debe su nombre, y a la figura de Santa Teresa de Jesús, que fundó el Convento de La Anunciación en esta localidad salmantina. La Villa, está declarada por la Junta de Castilla y León, como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico y cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural.
Hoy, desde Hotel Helmántico os invitamos a realizar un recorrido por el patrimonio histórico y artístico más representativo de la Villa Ducal.
El Puente Medieval de Alba de Tormes
A nuestra llegada a Alba de Tormes, nos recibe su conocido Puente, que se alza sobre el río Tormes a su paso por la Villa de Alba de Tormes. Su origen se remonta a la época medieval, aunque fue construido sobre otro puente de época romana sobre el que discurría la calzada romana de La Plata que conectaba Piedrahita con Salamanca. El Puente actual, consta de 23 arcos y recibe solemne al visitante que se acerca hasta la Villa Ducal, ofreciendo una bella panorámica del municipio.
La Muralla de Alba: el Torreón
Con respecto a la antigua muralla, se tiene constancia de la existencia de cinco puertas a lo largo de todo el recinto amurallado, que protegía y delimitaba el núcleo urbano. De estas murallas, únicamente se conservan algunos restos de las obras de fortificación y el conocido Torreón o Turrión de forma cuadrangular, que, erigido sobre una peña protegía la Puerta del Río, yque aun en la actualidad sigue recibiendo a los recién llegados que cruzan el Puente medieval.
Castillo de los Duques de Alba: la Torre del Homenaje
El Castillo de los Duques de Alba es una fortaleza cuyos orígenes se encuentran en época de Fernando II de León, que ordenó su construcción como mera atalaya. Posteriormente, sería Sancho IV de Castilla, conocido como “El Bravo” quien transformaría la edificación en castillo, aunque fue destruido durante las batallas de la época de Enrique IV de Castilla. Las obras de reconstrucción fueron llevadas a cabo por el primer Duque de Alba, Gutiérrez Álvarez de Toledo, para establecer en él su residencia.
Desafortunadamente, como consecuencia de la Guerra de la Independencia, del Castillo de los Duques de Alba, solo se conserva la Torre del Homenaje o Torre de la Armería, aunque llegó a tener seis torres. Su interior, que contrasta con la austeridad externa, permite disfrutar de extraordinarios frescos renacentistas de la Batalla de Mühlberg, así como de una exposición de restos arqueológicos pertenecientes al castillo, como cerámicas, monedas de la época, o bustos, entre los que podemos destacar el busto del Gran Duque realizado en mármol por Pompeyo Leoni.
Museo Arqueológico “Padre Belda”
El antiguo Monasterio de San Jerónimo (Siglos XV-XVI), alberga desde 1982 un interesante Museo Pedagógico de Prehistoria, que contiene unas 8.000 piezas arqueológicas, geológicas y etnológicas, reunidas por el Padre Belda gracias a su participación en diferentes proyectos arqueológicos.
En el año 2008, el museo inauguraba su nueva sede en la antigua Iglesia Ducal del Convento de San Jerónimo, cuya exposición permanente está integrada por más de 300 objetos dispuestos en 7 salas que permiten realizar un recorrido lineal por la Historia, desde sus orígenes hasta la Edad Media. Se trata de una cuidada selección de las piezas más sobresalientes de los fondos de la colección Belda, que son presentados a través de paneles, vitrinas y escenografías.