Bajo el título “De la Cueva al Cielo: Salamanca-Iberoamérica” la ciudad ofrece una interesante ruta urbana que pone de manifiesto los estrechos lazos que vinculan a la ciudad del Tormes con Iberoamérica y los territorios de ultramar. De este modo, a través de esta propuesta patrimonial, artística y cultural del Ayuntamiento de Salamanca, nos acercamos a la presencia latinoamericana en Salamanca y podemos conocer sus conexiones.
La Cueva de Salamanca, primera parada de la ruta
La Cueva de Salamanca es uno de los lugares que más misterios encierra de la ciudad del Tormes. Perteneció a la desaparecida Iglesia románica de San Cebrián o San Ciprián de la que en la actualidad se conserva parte de la cripta. Según la leyenda el diablo impartía clases de magia tras sus muros, siendo el rumor tan extendido que la misma Reina Isabel La Católica ordenó tapiar la entrada a la cueva para evitar que siguieran circulando la historia. Sin embargo, la cueva ha llegado a ser tan conocida que en países latinoamericanos como Argentina, Brasil y Chile se emplea el término “salamanca” para hacer referencia a cuevas dedicadas a la práctica de las artes oscuras. Si queréis conocer la historia de la Cueva, podéis acceder a la leyenda en un post anterior de nuestro blog, desde aquí.
El Convento de San Esteban (Salamanca)
La ruta “De la Cueva al Cielo” ofrece cuatro paradas en los enclaves más significativos de Salamanca en los que la identidad americana adquiere una mayor notoriedad: La Cueva de Salamanca, el Convento de San Esteban, la Universidad Pontificia y el Cielo de Salamanca.
En este sentido, la ruta comienza por la Cueva de Salamanca y continúa en el cercano Convento de San Esteban donde aproximadamente entre los años 1486 y 1487 se hospedó Cristóbal Colón, y donde consiguió el apoyo de los frailes dominicos, principalmente de fray Diego de Deza, en lo referente a su proyecto de viaje hacia las Indias. En este escenario fue donde se establecieron alianzas y se pusieron en marcha los preparativos para el viaje por el que más tarde sería conocido en todo el mundo.
Asimismo, en este mismo convento encontramos otras dos figuras relevantes íntimamente relacionadas con Latinoamérica, como son Francisco de Vitoria y Bartolomé de las Casas. Con respecto al primero, decir que fue un fraile dominico y destacado teólogo de San Esteban, representante de la denominada “Escuela de Salamanca”, que en su obra De indis, abogó por los derechos de los indígenas americanos, afirmando sus derechos como seres humanos, dueños de tierras y demás posesiones.
Bartolomé de las Casas, por su parte, fue otro dominico español defensor de los derechos de los indígenas que tras profesar en el Convento de San Esteban de Salamanca fue el primer sacerdote ordenado en el Nuevo Mundo, concretamente en La Española (Santo Domingo).
La Universidad Pontificia de Salamanca
La ruta continúa en la Universidad Pontificia de Salamanca, con sede en el Antiguo Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús u Orden de los Jesuitas, actual edificio de La Clerecía, cuya construcción se llevó a cabo entre los años 1617 y 1754. Su vinculación con el pueblo latinoamericano deriva del espíritu jesuítico de las denominadas reducciones evangelizadoras de los pueblos indígenas.
El Cielo de Salamanca
Y para finalizar esta ruta, nos acercamos hasta el denominado “Cielo de Salamanca”, en una sala del Edificio de Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca y representativo en esta ruta del cielo compartido. Se trata de una bóveda pintada por Fernando Gallego en el siglo XV donde se pueden apreciar diferentes constelaciones, los vientos y las estrellas, que vienen a representar el saber y los conocimientos alcanzados en la época sobre astronomía y astrología.