Juan del Encina fue un músico, poeta y autor teatral del Prerrenacimiento español, que está considerado como uno de los grandes creadores de la polifonía religiosa y profana de finales del siglo XV y comienzos del XVI.
Juan del Encina, una breve biografía
Juan de Fermoselle, más conocido como Juan del Encina, nació el 12 de julio de 1460. Su lugar de nacimiento es algo incierto. Algunos autores afirman que era de Fermoselle (en la actual provincia de Zamora), mientras que otros afirman que era de la ciudad de Salamanca (el padre de Juan del Encina era zapatero y vivía en la calle de Mazas de la capital charra). En cualquier caso, Juan del Encina estudió en la Universidad de Salamanca, donde se graduó en leyes y recibió las enseñanzas de maestros como Antonio de Nebrija. Por lo que respecta a su formación musical, ésta le fue impartida en la capilla de la Catedral de Salamanca. Allí entró como mozo de coro y ascendió a capellán.
Cumplida su formación, Juan del Encina entró a formar parte del servicio del segundo duque de Alba, Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, para el que escribía música y comedias y organizaba festejos. Más adelante se convirtió en un protegido de varios papas y vivió en Roma, donde fue especialmente apreciado por León X como cantante de capilla. Finalmente se asentó en León para ser el prior de la Catedral. En esta ciudad falleció en el año 1529.
La obra literaria de Juan del Encina
Juan del Encina fue un auténtico humanista con una sorprendente capacidad creativa. Ya con 14 años componía versos y escribía piezas dramáticas. Por sus grandes obras, este personaje fue considerado el patriarca de teatro español renacentista. En este sentido, publicó un Cancionero en 1496 con ocho églogas dramáticas pastoriles de carácter religioso o cortesano. En una segunda época creó otras églogas, como “Cristino y Febea”, “Fileno”, “Zambardo y Cardonio” y “Plácida y Vitoriano”. Esta última, de 1513, es su obra maestra y la más compleja de todas. En ella incorporó personajes mitológicos, junto con los cortesanos y pastores presentes en sus obras anteriores; una égloga que fue apreciada por cortesanos de España e Italia.
Obras poéticas y musicales
A las obras literarias de Juan del Encina hay que añadir sus creaciones poéticas y musicales. Hay que tener presente que la música era una parte integral de sus obras de teatro, conteniendo las mismas villancicos cantados por los actores (generalmente a tres o cuatro voces). De este modo, el autor llegó a realizar múltiples villancicos y composiciones de lírica cancioneril y trovadoresca en arte menor. De entre sus villancicos, le hizo célebre, “Triste España sin ventura“, en la que se lamentaba por la muerte del hijo de los Reyes Católicos, el príncipe don Juan. Actualmente existen dos grabaciones dedicadas a Juan del Encina: “Pro Música Antiqua de Madrid” y “Canciones & villancicos“, con la dirección de Jordi Savall. También cabe mencionar que Juan del Encina escribió una preceptiva acerca de esta clase de composiciones, denominada “Arte de trovar“.
Juan del Encina en Salamanca
Juan del Encina se cuenta entre los personajes más memorables de la Ciudad del Tormes. Como estudiante ilustre de la Universidad de Salamanca, la misma puso su nombre al teatro inaugurado en 1971, que se encuentra en la céntrica calle Tostado, en el casco histórico de la capital charra, junto a la Plaza de Anaya y la Catedral. Aquí, en la Catedral, es donde se encuentra también la tumba del artista. Cinco años después de su muerte, y siguiendo los deseos de Juan del Encina, sus restos fueron enterrados en el coro de la Catedral de Salamanca.