En la ciudad de Salamanca existen espacios verdes y abiertos para el disfrute de los salmantinos y de todas las personas que se acerquen a la capital. Podemos respirar aire más fresco y puro acercándonos al río o paseando por alguna de las zonas ajardinadas.
Como ocurre en la mayoría de las ciudades históricas el centro se construía en torno a la vida más comercial, cultural y social que solía desarrollarse en las plazas mayores. Por este motivo en el centro de Salamanca con los monumentos y edificios históricos no es fácil encontrarnos plazas y jardines espaciosos. Si podemos encontrar pequeños rincones cargados de historia y encanto como es el caso del Huerto de Calixto y Melibea. El latente carácter romántico de este pequeño parque ubicado encima de la muralla de Salamanca, en la trasera de la Catedral, viene marcado por ser el escenario que Fernando de rojas eligió para la Tragicomedia de Calixto y Melibea.
Otro pequeño rincón agradable en el centro de Salamanca es el que nos encontramos en la Plaza de la Merced desde donde podremos admirar la belleza del río Tormes y del puente romano. Este lugar es cita ineludible para muchos salmantinos que quieren ver los Fuegos Artificiales en los días festivos, ya que la vista que se tiene sobre el río, lugar donde se lanzan, es espectacular.
El Parque de San Francisco es otro lugar céntrico donde descansar. Era la huerta del antiguo convento San Francisco el Grande, cuyas ruinas aún se conservan pero no se ven desde el exterior.
Uno de los parques más visitados en Salamanca es el Parque de los jesuitas que fue construido sobre un antiguo huerto propiedad de los Jesuitas. Este parque que reúne tanto zonas deportivas como de ocio intentó respetar al máximo la vegetación que ya existía. Área de juegos infantiles, carril bici, paseos de castaños, plataneros, bancos, áreas para jugar a la petanca… todo ello conforman un espacio para todas las edades.
El Parque de la Alamedilla se encuentra camino a la estación de trenes de Salamanca. En el centro del parque es de obligatoria visita para los niños un lago artificial donde siempre hay patos, bordeado por sauces llorones. De pequeños todos los salmantinos hemos ido allí a darle gusanitos a los patos y ahora continuamos llevando a nuestros niños.
En la orilla del río Tormes tenemos el Paseo Fluvial de Salamanca. Es un paseo arbolado muy agradable para las tardes de calor. Este Paseo Fluvial termina en la Aldehuela, un lugar muy concurrido en las noches veraniegas debido a la cantidad de chiringuitos que se encuentran allí. Las zonas deportivas y de ocio hacen que sea un lugar encuentro para muchos salmantinos que deciden bajar.
Uno de los nuevos parques con más afluencia es el Parque Botánico de Huerta Otea. Se ha rehabilitado uno de los márgenes del río para dar cabida a caminos, estanques y zonas de juegos infantiles. Comunica con el paseo Fluvial con lo que cerca de 1,5 kilómetros son susceptibles de andar por la orilla del río.
Muchos otros parques podemos encontrar como el Parque de Wurzburg, el Parque de Garrido, el Parque de Villar y Macías o el Parque de Colón, muchos de ellos con juegos infantiles y zonas deportivas.