Una de las grandes virtudes de Salamanca es su amplia variedad de estilos artísticos de en sus monumentos. Debido a su antigüedad y a la importancia histórica de su territorio, la Ciudad del Tormes experimentó la construcción de grandes templos, palacios y otro edificios a lo largo del tiempo. Por fortuna, muchos de ellos se siguen conservando en la actualidad, ofreciéndonos así un magnífico espectáculo con las tendencias artísticas y arquitectónicas de cada época.
El Románico de Salamanca
En Salamanca, el templo más emblemático del románico es, tal vez, la Catedral de Santa María, más conocida como la Catedral Vieja. Esta catedral fue construida entre los siglos XII y XIV y posee un impresionante retablo mayor, creado por los hermanos Delli. No obstante, la Catedral Vieja no es el único tesoro del románico en Salamanca, ya que pueden encontrarse otros templos de este estilo, dispersos en el mapa de la ciudad. Así pues, se pueden enumerar las iglesias de San Martín, de San Cristóbal, de San Marcos el Real, de Santo Tomás Cantuariense, de San Juan de Barbalos, de San Julián y Santa Basilisa o la ermita de Santiago.
Gótico
El casco histórico conserva varios monumentos con elementos góticos. A este respecto, hay que tener en cuenta la mezcla de estilos conservada en muchos de estos edificios, algunos de los cuales tardaron siglos en ser construidos. En este sentido, y con sus diferencias, el Gótico puede apreciarse en ambas catedrales, la Nueva y la Vieja. Este estilo se encuentra también en la iglesia de San Benito, o en algunos elementos de los conventos de las Isabeles y de Santa Clara. En cuanto a la arquitectura civil, cabe mencionar las torres del Clavero y de los Anaya, las Casasde doña María la Brava y de los Abarca o, sobre todo, la famosa Casa de las Conchas.
Barroco
Por lo que respecta al Barroco, uno de sus exponentes más llamativos en la ciudad es el Colegio Real del Espíritu Santo, más conocido como La Clerecía. El Barroco se hace notar además en las iglesias de San Sebastián, de la Purísima y, en menor medida, en el convento de San Esteban. La Catedral Nueva, por su parte, presenta también elementos barrocos, dentro de su mezcla de estilo. No obstante, el espacio propiamente Barroco más característico de Salamanca es la Plaza Mayor, con el diseño arquitectónico de Alberto Churriguera (pabellones Real y De San Martín).
El plateresco, emblema de la Ciudad del Tormes
La Ciudad del Tormes conserva algunos de los mejores ejemplos de todo el plateresco. Una de las imágenes más extendidas de este estilo es el de la fachada de las Escuelas Mayores, uno de los iconos más conocidos de la Universidad de Salamanca. El Palacio de Monterrey es otro ejemplo importante, ya que está considerado como uno de los máximos exponentes del plateresco. En sus impresionantes fachadas, cabe mencionar el convento de San Esteban y la Catedral Nueva; y con elementos de este estilo se presentan nuevamente la Casa de las Conchas, la de los Abarca o el Colegio del Arzobispo de Fonseca.
Modernismo: La Casa Lis y El Mercado Mayor
De entre los estilos mencionados, el modernismo es el menos extendido en la capital charra. Aun así, brilla especialmente en uno de los edificios más emblemáticos de Salamanca, la Casa Lis. Este palacio modernista destaca en su fachada por sus impresionantes vidrieras de colores, y en su interior alberga uno de los espacios más visitados de la Ciudad, el Museo de Art Nouveau y Art Déco. Por otra parte, el estilo modernista reaparece en el Mercado Central de Abastos, construido junto a la Plaza Mayor y diseñado por el arquitecto jerezano Joaquín de Vargas y Aguirre, autor también de la Casa Lis.