A 77 kilómetros de Salamanca, en el corazón de la Sierra de Francia, se asienta la Villa de La Alberca, centro turístico de la zona declarada Conjunto Histórico Artístico en 1940. Situada a los pies de la Peña de Francia, a 1.048 metros de altitud, La Alberca presenta un entorno natural excepcional de zonas boscosas entre las que discurren un gran número de arroyos y pequeños ríos.
Historia de La Alberca
El nombre de La Alberca procede de la palabra hebrea “bereka”, que junto con el artículo árabe “al”, da lugar a “Al-Beneka”, que significa lugar de aguas.
Sobre el origen del municipio, hay que decir que ya se encuentran vestigios de la época prehistórica, con la existencia de pinturas rupestres pertenecientes al Neolítico sobre riscos y formaciones rocosas de los valles que rodean a La Alberca, como el Valle de Lera y Las Batuecas. Sin embargo, será en los siglos XII y XIII con la repoblación, cuando se produzca el mayor incremento poblacional, con la llegada de un destacado número de personas de origen francés, debido a D. Raimundo de Borgoña, noble francés que contrajo matrimonio con doña Urraca, una de las hijas de Alfonso VI de León. Este hecho, explicaría el elevado número de topónimos franceses existentes en la zona sur de la provincia de Salamanca.
Como hecho destacado de la zona, mencionar el hallazgo, ya en el siglo XV de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia, que se venera en la actualidad en el Santuario de frailes dominicos construido en la cima de la Peña de Francia, a 1.780 metros de altitud, desde donde se divisa un espectacular paisaje que abarca desde las montañas de Las Hurdes y la Sierra de la Estrella de Portugal, hasta las propias llanuras castellanas.
Tradiciones y costumbres
La Alberca es un pueblo cuya característica esencial reside en el hecho de haber sabido conservar celosamente las costumbres y tradiciones ancestrales que vienen determinadas en gran medida por su espíritu religioso y por el calendario litúrgico que establece las grandes festividades de esta Villa.
La Moza de las Ánimas
La “Moza de las Ánimas”, es una de las tradiciones más curiosas y arraigadas de La Alberca, que puede verse por sus calles al caer la noche, cuando una de las mujeres del pueblo sale cada anochecer con una campana en la mano, en ocasiones acompañada de otras mujeres, y va entonando un salmo para pedir por las ánimas del purgatorio. Al sonido de la campana, se van realizando paradas en distintas esquinas de la Villa mientras se entonan las siguientes palabras:
acordémonos de las benditas almas del
purgatorio con un padrenuestro y un avemaría
por el amor de Dios”
El Marrano de San Antón
Otra de sus tradiciones más antiguas, es la del “Marrano de San Antón”, por la que desde el día 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, se suelta por sus calles un cerdo, que previamente ha sido bendecido y se le ha colocado una campana en el cuello y que permanecerá libre por el pueblo hasta el 17 de enero, día de San Antón, cuando se realiza su sorteo. Durante los meses en los que el cerdo deambula por las sinuosas calles de la Villa, son los propios vecinos los encargados de alimentarlo y cobijarlo en alguna de las cuadras durante la noche.
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