La tradición de la filigrana charra se remonta a épocas antiguas, puesto que se tiene constancia de la existencia de grandes filigranistas en Salamanca, herederos de las artesanías árabes y judías. Hoy, desde Hotel Helmántico, nos acercamos a una de las tradiciones más arraigadas de Salamanca y su provincia: la filigrana salmantina.
El Gremio de Plateros y la filigrana charra de Salamanca
La filigrana charra procede de antiguas tradiciones orfebres que hunden sus raíces en las artes árabes y judías. En el siglo XV el gremio de plateros creó su cofradía y en 1784 se funda la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy siendo el siglo XVIII el más floreciente para este arte al contar la ciudad de Salamanca con 40 obradores. En la actualidad, excelentes orfebres continúan con la milenaria tradición joyera salmantina tanto en la ciudad como en diferentes puntos de la provincia, como Mogarraz, Sequeros, Ciudad Rodrigo o el Campo Charro, elaborando piezas tanto de la joyería tradicional como innovadoras y vanguardistas propuestas que se adaptan a las tendencias más actuales.
El botón charro: icono de la joyería tradicional salmantina
Si hay una joya que representa a Salamanca, ésta es sin lugar a dudas el emblemático botón charro típico de Salamanca. Se trata de la pieza principal de la filigrana charra, elaborada de forma artesanal durante generaciones, que requiere una gran habilidad y precisión para su correcta elaboración. De forma esférica y plana, el botón está compuesto por hilos trenzados y bolas de plata cuya composición final se asemeja a la forma de una flor. De origen medieval, el botón charro experimentó su máximo apogeo en los siglos XVI y XVII como adorno personal y complemento de los trajes charros y de las capas típicas.