La Catedral Nueva de Salamanca, de estilo gótico tardío ofrece en sus diferentes fachadas una gran profusión de detalles labrados en la característica piedra dorada de Villamayor. En su mayoría, se trata de escenas de carácter bíblico y religioso, así como motivos ornamentales y vegetales, pero existen otros elementos que atraen la atención de turistas y visitantes, que llegan a las puertas del templo catedralicio con el propósito de encontrar estas curiosas figuras y que en la actualidad se han convertido en parte integrante del extenso anecdotario salmantino.
Las Portadas de la Catedral Nueva de Salamanca
La fachada principal (occidental), está compuesta por tres puertas góticas correspondientes a las tres naves estructurales del templo catedralicio, y contiene en su portada relieves de escenas correspondientes al Nacimiento y la Epifanía. A pesar de la creencia popular, se trata de la portada principal de la Catedral Nueva, en contra de lo que parecería lógico por su ubicación en una calle estrecha, que no permite apreciar la grandiosidad del conjunto arquitectónico si lo comparamos con la excelente panorámica que ofrece la zona norte del templo.
Por su parte, la puerta norte de la Catedral Nueva, situada frente al Palacio de Anaya, es conocida como la Puerta de Ramos debido a que recoge en su parte superior una representación escultórica de la entrada de Jesús en Jerusalén. A pesar de no ser la fachada principal, se trata de la fachada más conocida de la Catedral, al permitir la amplitud y belleza de la Plaza de Anaya las mejores vistas y perspectivas del grandioso conjunto arquitectónico. Recomendamos al visitante caminar alrededor del monumento catedralicio fijándose en todos sus detalles y sin perderlo de vista, puesto que desde cualquiera de sus ángulos el conjunto arquitectónico ofrece impresionantes perspectivas que harán las delicias del turista.
Es precisamente en esta Puerta de Ramos de la Catedral Nueva, donde el visitante se encuentra un nuevo enigma que se suma a la célebre rana de la fachada de la Universidad. En este caso, se trata de dos sorprendentes personajes que se han hecho muy populares en la ciudad: el astronauta y el mono comiendo un helado.
El Astronauta
Todo aquel que se acerque a la Puerta de Ramos de la Catedral, puede observar cómo entre la ornamentada hojarasca que conforma el flanco izquierdo, aparece la figura de un astronauta, elemento que se ha convertido en objeto de atención de turistas, que no dejan de mostrar su asombro ante la existencia de un elemento propio del siglo XX integrado como si tal cosa en la piedra labrada de una antigua catedral gótica.
La famosa estatuilla, sin embargo, no es fruto de la capacidad visionaria de algún agudo cantero del siglo XVI como algunos han llegado a pensar, sino que se trata de un elemento añadido en el año 1992 por el cantero Miguel Romero, durante la restauración realizada con motivo la celebración en Salamanca de la Exposición Las Edades del Hombre, que debía acoger la Catedral de Salamanca. El motivo para incorporar este elemento, reside en la intención de fechar y evidenciar la restauración mediante elementos anacrónicos que dejen constancia de las obras realizadas.
El Mono comiendo un Helado
El otro elemento llamativo de esta Puerta de Ramos, se encuentra situado algo más abajo que el astronauta. Se trata de un curioso mono comiendo un helado de cucurucho que con aspecto burlón se gira para observarnos desde la espléndida piedra arenisca de la fachada.
Flanqueando al mono, se encuentran otras dos llamativas figuras: un toro de lidia y un lince introducidas también durante la restauración realizada en 1992.